martes, 28 de agosto de 2012

                           Inicio de la Vida


Por: Dr. Luis E. Ráez Con todos los adelantos de la tecnología moderna, no debería quedar duda alguna (como ocurría a comienzos del siglo pasado) de que la vida humana empieza con la unión del óvulo y el espermatozoide en el tercio externo de las trompas de Falopio de la madre. Es sólo cuestión de tiempo para que el ser humano crezca y desarrolle todas sus capacidades y potencialidades en los siguientes nueve meses de vida (y el resto de años fuera del útero de la madre). La dignidad humana que Dios le dio el día de la fecundación es única, universal e irrenunciable, y acompañará al ser humano en todas las etapas de su vida. Por ello, siempre debe ser respetada y considerada como la fuente originaria de los llamados «derechos humanos».

La vida humana se inicia en el momento de la concepción
La dignidad del ser humano es única, universal e irrenunciable. Ésta es la base fundamental de los llamados «derechos humanos» y no una arbitraria definición judicial o legislación humana. Sólo en la medida en que las diferentes legislaciones de nuestros países sean un reflejo de la ley natural que se deriva de este Plan de Dios para nosotros, estaremos realmente haciendo del mundo un lugar más humano y divino. Todo hombre abierto a la verdad con la luz de la razón y la gracia de Dios puede llegar a descubrir en la ley natural escrita en su corazón (Cf. Rom 2,14-15) el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término.
La Iglesia Católica siempre ha hablado claramente en la promoción y defensa de la vida humana. En el momento de la unión del óvulo materno con el espermatozoide paterno ocurre el proceso de fecundación. La ciencia ha demostrado que desde el momento de la fecundación, el cigoto (célula surgida de esta unión) combina los cromosomas del óvulo y el espermatozoide, creando una realidad completamente nueva. Sólo horas después de surgir, el cigoto comienza una intensa actividad celular de especialización, que permite determinar qué parte de esta microscópica realidad terminará convertida en el cerebro, el corazón, la columna vertebral o los músculos del nuevo ser humano. Sus dimensiones microscópicas no cambian el hecho de que este nuevo ser es un ser humano plenamente nuevo e independiente. Desde ese instante el nuevo ser ya es una unidad en cuerpo y alma, única e irrepetible, tiene toda la información genética necesaria para seguir desarrollándose hasta llegar a ser una persona adulta.


El Papa Juan Pablo II nos ha recordado en reiteradas ocasiones la inviolabilidad del derecho a la vida del ser humano inocente desde el momento de la concepción hasta la muerte. Este embrión humano no es un animal ni un simple conjunto de células. Tiene una dignidad especial: en primer lugar, porque Dios lo creó a su imagen y semejanza para ser el administrador de la creación (Gén 2,7); y en segundo lugar, porque el Señor Jesús, mediante el misterio de la Anunciación-Encarnación, se hizo hombre y elevó nuestra condición de creaturas a hijos de Dios. El pensador peruano Luis Fernando Figari lo explica con claridad en un texto titulado «La dignidad del hombre y los derechos humanos»: «La dignidad fundamental, y más aún fundante, del hombre proviene de ser la persona humana creada por Dios como interlocutor personal suyo e invitado a participar desde su estructura óntica en la dinámica creacional. Las palabras 'imagen y semejanza', a las que estamos tan acostumbrados, portan en sí la entrada al misterio de la dignidad humana (...) La dignidad de la creatura humana quedará aún más claramente manifestada por la irrupción del Verbo Eterno en el tronco humano, asumiéndolo y elevándolo, en un proceso misterioso e indescriptible en la magnitud de su grandeza». Esta dignidad del ser humano única, universal e irrenunciable, no puede ser negada o relativizada según las circunstancias sociales o el momento histórico que se viva.

El embrión humano es una unidad bio-psico-espiritual desde su concepción. Por ello, su cuerpo también debe ser respetado. Juan Pablo II recordaba enérgicamente a la Asociación Médica Mundial en 1983 que es preciso «tener presente la unidad de sus dimensiones corporal, afectiva, intelectual y espiritual». «Cada persona humana, en su singularidad absolutamente única, está constituida no sólo por su espíritu, sino también por su cuerpo. Así, en el cuerpo y por el cuerpo, se llega a la persona misma en su realidad concreta», agregó.

Las enseñanzas del Santo Padre hoy más que nunca necesitan repetirse: «El Evangelio del amor de Dios al hombre, el Evangelio de la Dignidad de la persona humana y el Evangelio de la Vida son un único e indivisible evangelio. 'Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos' (1 Jn 1,3): Anunciad el Evangelio de la Vida» (Evangelium Vitae 66).

Definiciones de vida

Inespecífica:
Fuerza interna sustancial mediante la que obra el ser que la posee.[11]
Filosófica:
Actividad natural inmanente autoperfectiva.
Religiosa cristiana:
La vida humana es un paso que conduce al alma de la inexistencia a la plenitud eterna en un período de tiempo.
La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.[12]
es el soplo o aliento de Dios dada al hombre.[13]
O bien:
Estado de actividad. Existencia animada de un ser o duración de esa existencia.[14]
Religiosa budista:
La vida es cada uno de los estados de reencarnación de los seres sintientes en el samsara.
Fisiológica:
Un organismo vivo es aquel, compuesto por materia orgánica (C,H,O,N,S,P), capaz de llevar a cabo funciones tales como comer, metabolizar, excretar, respirar, moverse, crecer, reproducirse y responder a estímulos externos.
Pero tales funciones no son del todo determinantes. Por ejemplo, ciertas bacterias quimiosintéticas anaerobias estrictas no realizan la respiración. Hoy en día esta definición no se ajusta correctamente y, a pesar de su popularidad inicial, ha sido ya desechada.
Metabólica:
Un sistema vivo es un objeto con una frontera definida que continuamente intercambia sustancias con el medio circundante sin alterarse.
También ha sido rechazada por no poder incluir objetos vivos tales como las semillas, las esporas, o bacterias encapsuladas en estado de latencia. Y también por definir como vivos entidades tales como el fuego.
Bioquímica:
Todo organismo vivo contiene información hereditaria reproducible codificada en los ácidos nucleicos los cuales controlan el metabolismo celular a través de unas moléculas (proteínas) llamadas enzimas que catalizan o inhiben las diferentes reacciones biológicas.
A pesar de ser más precisa y acertada, tampoco se la considera una definición válida ya que excluye la vida fuera de la química que conocemos y, por ejemplo, la imposibilita en el campo cibernético o en una química distinta; algo que, hasta ahora, no se ha demostrado.
Genética:
La vida es todo sistema capaz de evolucionar por selección natural.
Una vez más, tal definición no es aceptada por muchos biólogos ya que incluye los virus dentro del grupo de los seres vivos y podría en un futuro introducir algún virus informático polimórfico que incluyera algún tipo de rutina avanzada de evolución darwiniana. Por supuesto nadie diría que tal programa de ordenador fuera un sistema vivo.
Termodinámica:
Los sistemas vivos son una organización especial y localizada de la materia, donde se produce un continuo incremento de orden sin intervención externa.
Esta definición, quizá la mejor y más completa, nace de la nueva y mejor comprensión del Universo que se ha tenido en este último siglo. Se basa en el segundo principio de la termodinámica, el cual dice que la entropía o desorden de un sistema aislado siempre aumenta.
El aumento de orden en un sistema vivo no incumpliría el citado principio termodinámico, ya que al no ser un sistema aislado tal incremento se logra siempre a expensas de un incremento de entropía total del Universo. Así pues, la vida formaría parte también de los llamados sistemas complejos. (véase complejidad biológica)

martes, 14 de agosto de 2012

vida animal y vegetal. MADAGASCAR

Madagascar es conocido como un pequeño continente por la naturaleza y el paisaje muy variado que ofrece. La diversidad se ve desde la selva tropical del Este hasta la sabana seca y árida del Sur, o desde las mesetas onduladas del centro hasta las playas de arenas finas y blancas de las costas. Para poder aprovechar este mundo natural, hay que visitar los numerosos parques y reservas naturales de la isla. Los circuitos en Madagascar, en busca de los animales, son muy diferentes de los safaris en África. Dado que los animales son aun salvajes, como los famosos lémures, hay que hacer unas horas de marcha para poder verlos.

Como ya no es una novedad que la fauna y la flora de Madagascar son únicas, 85% de las plantas, 91% de los reptiles, 99% de los anfibios y mamíferos, y todas las especies de lémures se encuentran solo en la isla. Y según algunos botanistas, habrá más de 10000 especies de plantas en Madagascar y que son todas diferentes según las regiones. En el Sur se encuentran la mayoría de las plantas fascinantes y medicinales, en el Oeste, hay los majestuosos arboles de Baobabs, desde la parte Este hasta el Norte se extiende la selva tropical, y un millar de especies de orquídeas que florecen más o menos a partir del mes de Agosto.

vida humana

El término vida (latín: vita )?, desde el punto de vista de la biología, hace alusión a aquello que distingue a los reinos animal, vegetal, hongos, protistas, arqueas y bacterias del resto de realidades naturales. Implica las capacidades de nacer, crecer, reproducirse y morir, y, a lo largo de sucesivas generaciones, evolucionar. Científicamente, podría definirse como la capacidad de administrar los recursos internos de un ser físico de forma adaptada a los cambios producidos en su medio, sin que exista una correspondencia directa de causa y efecto entre el ser que administra los recursos y el cambio introducido en el medio por ese ser, sino una asíntota de aproximación al ideal establecido por dicho ser, ideal que nunca llega a su consecución completa por la dinámica del medio. Abarca una serie de conceptos del ser humano y su entorno relacionados, directa o indirectamente, con la existencia.

Vida Marina

Aunque generalmente se piense lo contrario, la mayor parte de la vida del planeta se encuentra en el mar. Los océanos son un inmenso marco donde confluye un enorme ecosistema que proporciona un sustento clave en el equilibrio ecológico de la Tierra. La mayor parte del oxígeno que permite la vida está producido por las algas que pueblan los mares, algas que además cumplen una función clave en la cadena alimenticia de la vida marina.
Dividimos esta sección en tres áreas de información, que equivalen a las tres principales categorías de la vida en el mar: el plancton , la fitología marina (las algas) y la zoología marina (los animales que pueblan los océanos). En cada una de ellas encontrará una detallada y estructurada información acerca de las características y clasificación de los tipos de especies conocidas que existen en el mar.
Le invitamos a que nos acompañe a lo largo de este apartado, profundice en el atractivo e interesante conocimiento de este campo del saber humano y tome conciencia, desde la atalaya que proporciona la información, de la importancia de amar y respetar como se merece el mar, elemento fundamental de la conservación de la vida en el planeta.